Sobre Mí

Estudié Bellas Artes, una carrera bonita donde encontré almas cercanas. Cuando esa etapa acabó, España estaba en el comienzo de una grave crisis económica, y a su vez yo no estaba en un buen momento personal. La unión de ambas cosas me llevaron hacia Irlanda donde viví por siete maravillosos años. Ahí aprendí mucho sobre cómo fluye la vida, y cómo se estanca en ocasiones. Durante este tiempo trabajé en hostelería y turismo probablemente probando todos y cada uno de los puestos de trabajo del sector. Lo que me hizo gran conocedora del funcionamiento del mismo.

Durante toda mi vida adulta he pensado y pensado, leído y releído sobre muchas cosas importantes, irrelevantes, graciosas, utópicas e innecesarias. Y de un tiempo a esta parte me he dado cuenta que pensar de más te lleva bailando del pasado al futuro y te evade del presente. Por ello dedico mi tiempo a estar presente aquí y ahora y a ver y fluir con la vida y lo que sea que acontece. Porque nunca pensé que estaría donde estoy y aun así estoy justo donde debo estar.

La situación actual provocó que después de más de 10 años fuera del pueblo, yo volviera a Arévalo, con la suerte de que mi hermana se encontraba en la misma situación que yo, y digo suerte porque gracias a ello ambas hemos emprendido en un precioso proyecto al que le hemos dedicado muchos meses de trabajo. Nuestra Casa Rural El Aceitunero, está diseñada para llevar una vida tranquila y poder compartirla con todo aquel que quiera visitarnos. Simplemente, una casa rural, en un entorno rural, con la tranquilidad, la naturaleza y la paz que te da lo rural. Como soy profesora de yoga en Arévalo, la casa se ha diseñado para realizar retiros de yoga y meditación, donde siempre comemos rico, local y consciente, donde la filosofía se basa solo en estar a gusto. Lo bonito de ser un humano siendo.